Qué dice la ciencia sobre la yerba mate

El mate es la infusión más común de Argentina, Uruguay y Paraguay, aunque también es muy consumido en Chile y Brasil.

La yerba mate contiene cafeína en la misma proporción que el té, por lo que comparte su acción estimulante. Un mate (aproximadamente 50 ml) aporta 34 mg de cafeína, es decir la mitad que un pocillo chico de café instantáneo.

La cafeína es un alcaloide que luego de ser consumido activa unos receptores cerebrales llamados adenosínicos provocando un aumento en el estado de alerta y mayor resistencia al cansancio.

También tiene en común con el té que ambos actúan como antioxidantes naturales gracias a la presencia de polifenoles. Estos son producidos por las plantas para protegerse a ellas mismas contra virus, bacterias, hongos e insectos.

Por otro lado, al igual que otras bebidas calientes como el café, el mate puede producir acidez estomacal, gastritis e incluso insomnio (por el efecto de la cafeína). Además existen evidencias de que podría aumentar el riesgo de cáncer de esófago, laringe y lengua.

Por último, el mate suprime el apetito gracias a que reduce el contenido de leptina en la sangre, la hormona que genera las señales de hambre. Tampoco aporta calorías, salvo que se lo consuma con azúcar, ni nutrientes esenciales.

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