Propiedades y secretos de las castañas de para

Las castañas de para, también conocidas como nueces de Brasil, son originarias de Sudamérica y llegaron a Europa de la mano de los primeros conquistadores españoles.

A diferencias de las nueces tradicionales, que crecen dentro de una corteza dura y tienen un solo fruto, las castañas de para maduran dentro de un cascarón del tamaño de una pelota de tenis en grupos de alrededor de 15 semillas.

Provienen de un árbol que crece en la selva amazónica, por lo que son consumidas hasta en Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela y Ecuador.  Más allá de su nombre, Bolivia es el principal país productor de estas castañas.

Las castañas de para -su nombre científico es el de Bertholletia excelsa- son muy ricas en calorías por lo que se recomienda siempre un consumo moderado para evitar el aumento de peso. Son ideales para personas que realizan actividades que requieren mucha energía. También son muy ricas en un mineral llamado selenio, una al día cubre las necesidades de nuestro cuerpo.

Además, tienen un enorme contenido de vitamina E, muy buena para la salud de la piel y para combatir arrugas, y son excelentes para combatir el colesterol. Sus ácidos grasos naturales, como el omega 6, reducen el colesterol malo LDL y suben el bueno. Así, nos ayudan a mantener el corazón sano y a prevenir todo tipo de afecciones.

Las castañas de para se comen crudas o tostadas, con o sin sal, y son utilizadas para la elaboración de dulces, pastelería y galletas.

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