Por qué tenés que consumir más semillas

Las semillas son consideradas un "superalimento" porque concentran una gran cantidad de nutrientes en un grano pequeño y por su costo relativamente bajo.

Los beneficios de las semillas para nuestro organismo son muchos más altos que la mayoría de los alimentos de origen animal que consumimos a diario. Sin embargo, en la cocina occidental, y especialmente en la argentina, todavía no ocupan el lugar central que merecen.

Cada tipo de semilla se destaca por algún rasgo particular que la hace única. Por ejemplo, las de chía son muy buenas para las personas que quieren reducir el colesterol, y las de calabaza contienen muchas proteínas para los deportistas.

No obstante, todas tienen algo en común: una alta densidad de nutrientes, como vitaminas y antioxidantes, y también su gran aporte de minerales, como el hierro, el magnesio o el fósforo. Además, todas nos brindan ácidos grasos poliinsaturados (Omega 3 y Omega 6) fundamentales para reducir el colesterol "malo" (LDL) y elevar los niveles del "bueno" (HDL).

Por otro lado, las semillas no aportan grasas ni contienen aditivos o conservantes. Estos las hace ideales para las personas que buscan bajar de peso y para quienes quieren implementar una alimentación más saludable.

La forma más común de incluir semillas en nuestras dietas suele ser a través de los productos panificados. Pero esto no es lo más recomendable ya que incrementa el consumo de harinas.

Por eso, lo mejor es mezclarlas con las ensaladas o los yogures. Así fortificaremos nuestros almuerzos y desayunos. También son ideales para consumir como snack entre comidas ya que son muy fáciles de llevar en la cartera o mochila. Incluso las semillas de girasol o "pipas" han alcanzado popularidad entre los más chicos.

VOLVER