¿Para qué se recomienda el té de boldo?

El té de boldo es parte del recetario de muchas abuelas para todo tipo de males relacionados con el estómago y la digestión. Pero más allá de la sabiduría popular, ¿qué dice la ciencia al respecto?

La planta Peumus Boldus, conocida como boldo, contiene diferentes alcaloides entre los que se destaca la boldina, que estimula la producción de bilis, la hace más fluida y menos viscosa.

La bilis es una sustancia generada por el hígado que actúa durante la digestión, su función es disolver las grasas para facilitar su absorción. Esta es la razón por la cual suele recomendarse el té de boldo a las personas indigestadas o con problemas estomacales.

Además, la boldina también se destaca por su acción diurética que ayuda en la eliminación de líquidos y protege el hígado de factores que lo dañan.

Por último, el boldo también relaja el estómago y el intestino gracias a que contiene ascaridol, un compuesto con propiedades sedantes y analgésicas.

A pesar de todo, no es recomendable tomar té de boldo durante largos períodos de tiempo ya que puede generar efectos adversos, especialmente en las mujeres embarazadas debido a que estimula las contracciones uterinas y puede llegar a inducir un aborto.

Lo ideal es tomarlo por las mañanas y en ayunas para potenciar sus efectos digestivos y relajantes.

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