Las 5 principales razones para comer frutos secos todos los días

La clave para tener un peso saludable no se relaciona con dietas mágicas ni con un régimen extremo de entrenamiento. Solo debemos cuidar los alimentos que consumimos y ser muy constantes a la hora de evitar excesos.

En ese sentido, los frutos secos son un excelente aliado para una buena alimentación. Son muy nutritivos, fáciles de llevar, económicos (cuando se compran en cantidad) y se pueden combinar con un montón de comidas.

La principal razón para comer frutos secos es que son un alimento muy nutritivo que no contienen grasas saturadas ni conservantes. Son ideales para un snack a media mañana o a media tarde. Así evitaremos caer en la tentación de comer galletitas, bizcochos, alfajores u otro tipo de alimentos procesados. Además, su aporte calórico nos dará energía para continuar con nuestras actividades diarias (por esta misma razón tampoco debemos abusar en su consumo, un puñado es más que suficiente).

Por otro lado, todos los frutos secos, como las almendras, las nueces, las avellanas o el maní, aportan ácidos grasos saludables (Omega 3 y 6) que nos ayudarán a bajar el colesterol malo (LDL) para tener un sistema cardiovascular más sano.

A su vez, los frutos secos contribuyen al buen funcionamiento del cerebro. Los ácidos grasos son esenciales para la regeneración celular y ayudan al organismo a mantenerse joven.

También son ricos en fibras y minerales como el calcio, el potasio, el zinc y el hierro. Todos estos minerales son fundamentales para el sistema nervioso y para el aparato cardiovascular. La fibra, por su parte, nos ayuda a regular el tránsito intestinal.

Finalmente, debemos destacar el aporte de vitaminas de los frutos secos. Son muy ricos en vitaminas E, B1, B6 y B9, y su consumo diario es muy beneficioso ya que dichas vitaminas tienen efecto antioxidante, es decir, impiden que nuestro cuerpo envejezca.

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